Estamos tan acostumbrados a considerar a la Bilblia como un libro que olvidamos que en realidad se trata de una colección de libros. Se calcula que las obras fueron redactadas entre el año 800 a. C. hasta el 100 a.C. en tres lenguas: arameo, hebreo y griego conteniendo en todos ellos una rica tradición de historias que por siglos se venían reuniendo.
Más tarde, entre los siglos II y IV d. C.,la iglesia tomó esos libros y los reunió en una sola colección de sagradas escrituras. Estas escrituras se dividen en dos partes, Antiguo y Nuevo testamento. La mezcla de tradiciones causa una variedad inmensa de facetas y estilos distintos en la Biblia. Desde relatos antiquísimos sobre la creación del mundo, mitos fundacionales como el arca de Noe, la torre de Babel, hasta la poesía lírica y amorosa del Cantar de los cantares atribuidos al Rey Salomón. En la Biblia hallamos la historia de un harén en el libro de Ester, o la profunda fábula de Job, objeto de una apuesta entre Dios y el diablo, así como cantos rituales, rezos y libros de profecías.
Pero ante todo la Biblia es la historia de un pueblo, del pueblo de Israel. La historia de Israel inicia con la alianza entre Dios y Abraham, al que se nombra patriarca del pueblo elegido. Libros históricos, libros proféticos, libros didácticos, libros poéticos, la Biblia es una colección de historias sumamente interesantes, algunas llenas de colorido y acción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario